Reflexión 5 de Abril

Buenos días en el JUEVES DE PASCUA
Cualquier Devoción que se tenga, para que sea auténtica, ha de fundarse en un GRAN AMOR a quien se tenga tal Devoción.
Y no se puede AMAR lo que no se CONOCE.
De aquí que no puede uno conformarse en seguir sin más esa Devoción.
Ayer comencé a proponer una preparación para la Celebración de la Fiesta de la Divina Misericordia.
Por ello deseo hablaros de esta DEVOCIÓN A LA DIVINA MISERICORDIA.
El Señor Jesucristo se manifestó en su DIVINA  MISERICORDIA a Santa Faustina, siendo una joven religiosa polaca en los años 20-30 del siglo XX, haciéndola "Apóstol de la Divina Misericordia".
Le dirá: "Te ENVÍO a toda la humanidad con MI MISERICORDIA. No quiero castigar a la humanidad doliente, sino que DESEO sanarla, abrazarla a mi Corazón Misericordioso (Diario 1588).
Ved una de las claves de esta importante Devoción, que supone vivir muy unido y en dependencia del Señor Jesucristo en su Divina Misericordia, para sí y para los otros que no la conocen, por lo que hemos de llevarles a beber en las fuentes inagotables de la MISERICORDIA DIVINA.
Durante estos días vamos a ver alguna de las cosas de las que nos advierte o nos dice el Señor a través de Santa Faustina.
Hoy tomemos conciencia de esta Devoción maravillosa, y dejemos que nos invada y envuelva la MISERICORDIA DIVINA.
Y con Ella, recemos por todas las necesidades de los Hermanos de la Casa de la Madre y Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI