Reflexión 22 de Marzo

Buenos días 
En razón del ritmo acelerado que nos impone el mundo en el que vivimos, se difumina una de las SENSIBILIDADES que tienen las personas: su capacidad de CONTEMPLAR.
Una cosa es MIRAR, otra es VER y otra bien distinta es CONTEMPLAR.
Cada una tiene su misión e importancia en el desarrollo de la vida personal, que es necesario administrar convenientemente, para saber DISCERNIR con eficacia y el mejor provecho personal.
Ante los MISTERIOS de nuestra FE que nos disponemos a vivir en los próximos días, es muy importante que tengamos claro la ACTITUD que, no sólo conviene mantener, sino la que ha ser más provechosa para la EXPERIENCIA ESPIRITUAL, para la VIVENCIA de la FE.
Me refiero a la ACTITUD CONTEMPLATIVA.
La HISTORIA de lo que  pasó en JERUSALÉN la conocemos, muchos de los DIÁLOGOS en los que tuvo protagonismo directo el SEÑOR JESUCRISTO, también los sabemos. Pero quizá, lo que no hemos practicado con la frecuencia y el detenimiento deseados, ha sido la CONTEMPLACIÓN de todos los acontecimientos, así como de todos los momentos que corresponden al conjunto de la PASIÓN, MUERTE Y RESURRECCIÓN del Señor Jesucristo.
Quiero INVITAROS a que os planteéis vuestro compromiso personal con la Celebración del TRIDUO PASCUAL, así como el que lo hagamos desde una ACTITUD y DISPOSICIÓN  CONTEMPLATIVA.
Alguno puede decir: "Yo no sé contemplar".
A ese le digo: CONTEMPLA, y no te importe a priori el resultado, ya sabes que el camino se hace al andar.
Y empieza ya.
Por ejemplo, dándote cuenta de la importancia tan considerable que es REZAR cada día por todas las necesidades de los Hermanos de la Casa de la Madre y Guía, en las que también están las tuyas. AMÉN.
Emilio Castrillón 
MATER CHRISTI