Reflexión 3 de Diciembre

Buenos dias, en este hermoso comienzo del ADVIENTO.
"VELAD, dice el Señor, porque no sabéis ni el día ni la hora" (Mc 25,13)
VELAR, VIVIR muy atentos, nos pide el Señor, porque Él tiene que VENIR EN PODER Y EN GLORIA para JUZGAR a los vivos y a los muertos.
Este es el punto fuerte en este comienzo del AÑO LITÚRGICO, que de alguna forma tiene que marcar todo el Año, porque si bien a lo largo de este Nuevo Año iremos celebrando los diferentes Misterios de nuestra FE, siempre tendremos por delante, no por Celebrar, sino por VIVIR, LA PARUSIA, el JUICIO del Señor a vivos y a muertos.
El Tiempo del ADVIENTO como el de CUARESMA son Tiempos en los que están muy presente la Penitencia, el CAMINO DE CONVERSIÓN.
No se puede RECIBIR AL SEÑOR de cualquier forma.
El SEÑOR DE LA GLORIA nos ha de encontrar con las LÁMPARAS ENCENDIDAS, con el CORAZÓN LIMPIO, con todo nuestro SER en perfecta sintonía con su QUERER, con su PENSAR, con su AMAR.
Iniciemos, pues, este CAMINO DE CONVERSIÓN, tanto para ESPERAR LA SEGUNDA VENIDA DEL SEÑOR, como para estar bien preparados a Celebrar su Primera Venida en su Nacimiento.
Vivamos con gran FE Y ESPERANZA, y unidos recemos por todas las necesidades de los Hermanos de la Casa de la Madre y Guía, como cada día. ¡Qué poder tiene esta Oración comunitaria! ¡Y qué bueno es acogerse a ella! AMÉN.
Emilio Castrillón 
MATER CHRISTI