Reflexión 9 de Noviembre

Buenos días.
Permitirme que hoy haga un 'alto en el camino' en nuestra meditación y reflexión sobre la PROFESIÓN DE FE, para honrar a SANTA MARÍA LA REAL DE LA ALMUDENA, cuya Fiesta hoy celebra el Pueblo de Madrid, del que es su Patrona.
Su historia, motivo por el que me ocupo en la Meditacion de hoy, es muy significativa.
Brevemente diremos que la tradición fija su imagen primitiva en la generación apostolica, la habría traído el Apóstol Santiago cuando vino a predicar el Evangelio a nuestra tierra.
Siendo de admirar esta tradición, lo que es cierto es que en aquella pequeña villa que llegaria a ser la actual capital de España, se veneró desde siempre como Patrona una imagen de la Virgen denominada "Santa María de la Vega" o de "La Concepción Admirable".
En el siglo VIII, ante la inminente invasión sarracena, entre los año 711 a 714, los cristianos de la villa, para evitar que la imagen fuera profanada, la escondieron en la muralla.
En 1083-1085, el Rey Alfonso VI al conquistar Magerit, convocó una procesión que él encabezó, y al llegar justo al cubo de la muralla cercano a la Almudayna, unas piedras se derrumbaron y en el hueco estaba la IMAGEN de la VIRGEN con dos cirios encendidos. Era el 9 de noviembre de 1085, más de tres siglos y medio después de que hubiera sido ocultada para protegerla.
Desde entonces se paso a llamar la VIRGEN DE LA ALMUDENA.
Los regidores de la Villa el 8 de septiembre de 1646, con motivo del cese prodigioso de las inundaciones que azotaron Madrid, por mediación de la Virgen, tomaron la grave decisión por la que "esta Villa vota la asistencia a la festividad de Nuestra Señora por siempre jamás..."
Desde 1977, que el Santo Padre acepta el nombramiento de SANTA MARIA LA REAL DE LA ALMUDENA como Patrona de la Archidiócesis de Madrid, se traslada por parte del Ayuntamiento la conmemoración del Voto de la Villa del 8 de septiembre al 9 de noviembre, por lo que hoy volverá la Alcaldesa a renovar ante la Virgen este VOTO DE LA VILLA.
Con razón el Papa Juan Pablo II, en su último viaje a España se despidió diciendo aquellas palabras que no deben dejar de resonar en nuestros oidos y en nuestros corazones: "Adiós España. Adiós Tierra de María".
Que SANTA MARIA LA REAL DE LA ALMUDENA nos alcance la PAZ que necesitamos, y en esta PAZ nos mantenga unidos a todos los pueblos de España.
Pidámosla hoy también, con gran Fe y Confianza, por todas las necesidades de los Hermanos de la Casa de la Madre y Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón 
MATER CHRISTI