Reflexión 28 de Noviembre

Buenos días 
Sigamos avanzando en la PROFESIÓN DE NUESTRA FE.
Decimos en el Credo Apostólico: "CREO en el ESPIRITU SANTO".
Y en el Credo Niceno-Constantinopolitano decimos: "CREO en el Espíritu Santo, SEÑOR y DADOR DE VIDA, que procede del Padre y del Hijo; que con el Padre y el Hijo recibe una misma ADORACIÓN y GLORIA, y que habló por los Profetas"
Estamos ante la TERCERA PERSONA DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD, tan importante en nuestras vidas. No solo por ser Dios, sino porque el Señor Jesucristo nos confió a su dirección y enseñanza cuando subió a los Cielos.
Sólo os daré unas referencias del Evangelio para que podáis ir reflexionando.
Juan 14,16: "...Yo pediré al Padre y os dará otro Paráclito, para que ESTÉ con vosotros PARA SIEMPRE, el ESPIRITU DE LA VERDAD..."
Juan 14,26: "Pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi nombre, os lo ENSEÑARÁ TODO y os RECORDARÁ TODO LO QUE YO OS HE DICHO"
Hermanos, reflexionemos en lo apuntado, tanto en el Artículo de la Profesión de Fe, como en las dos citas evangélicas, y vayamos viendo qué pasa con la relación que tenemos cada uno de nosotros con el ESPÍRITU SANTO.
Y tambien,  si responden a las expectativas del Señor Jesús cuando pidió al Padre que nos lo enviará.
Ahora, tus Hermanos de la Casa de la Madre y Guía, están esperando tu oración de intercesión, porque la necesitan. No tardes. AMÉN.
Emilio Castrillón 
MATER CHRISTI