Reflexión 21 de Noviembre

Buenos días:
Nos encontramos hoy con una bonita y tierna Fiesta de la Virgen María: Su PRESENTACIÓN EN EL TEMPLO,
A través de relatos apócrifos, la Tradición nos ha traído esta Fiesta que celebra la Iglesia desde los primeros siglos.
San Joaquín y Santa Ana, padres de la Virgen, no tuvieron hijos, hasta que en edad avanzada Dios les dio descendencia con el nacimiento de la niña María.
A la edad de tres años, la llevaron al Templo para ofrecerla a Dios en señal de gratitud.
La Tradición dice que permaneció en el templo hasta que fue desposada con José.
En todo caso, lo importante es que la Virgen María vivió desde muy pequeñita unida a Dios: por la educación recibida en el Templo, por su Servicio al Dios Altísimo y por su constante union con Dios en la oración cotidiana y perseverante.
Contemplemos hoy a la VIRGEN NIÑA en el SERVICIO DIVINO en el Templo.
Y desde esta oración en contemplación, reflexionemos sobre cómo es nuestro SERVICIO A DIOS en los diferentes aspectos y momentos de nuestro diario quehacer.
Si es VERDAD que AMO A DIOS SOBRE TODAS LAS COSAS, no será menos cierto, que mi vida es y será en todo un SERVICIO HUMILDE AL BUEN PADRE DIOS.
Pidamos a aquella Virgen Niña del Templo, entregada a Dios, que atienda hoy todas las necesidades de los Hermanos de la Casa de la Madre y Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón 
MATER CHRISTI