Reflexión 12 de Noviembre

Buenos días en el el Día del Señor.
La Palabra de Dios de este DOMINGO nos invita a hacer un alto en nuestra meditacion sobre la PROFESIÓN DE FE, además de que en la Santa Misa la Profesaremos y tendremos la oportunidad de degustar, con más interés si cabe, lo que hasta aquí hemos visto.
El Evangelio de San Mateo nos relata hoy la Parábola de las DIEZ VIRGENES, cinco eran NECIAS y cinco eran PRUDENTES.
Sabéis que habían de ESTAR EN VELA para cuando llegara el Esposo.
Las NECIAS no habían provisto aceite suficiente para las lámparas, pretendiendo que las PRUDENTES les dieran del suyo, pero ante la duda si tendrían suficiente para ambas, las PRUDENTES les dijeron que fueran a comprarlo.
Llega el Esposo, entran las PRUDENTES y se cierra la puerta.
Cuando llegaron las otras, dice el Evangelio, que llamaron diciendo: "Señor, señor ábrenos"; algo muy razonable, ¿verdad?
Él respondió: "En verdad os digo que no os conozco. Por tanto, VELAD, PORQUE NO SABÉIS EL DÍA NI LA HORA".
Solamente os quiero llamar la atención en la respuesta del Esposo y en el Consejo posterior.
No se puede ir por la vida sin la previsión necesaria para poder responder al Señor, en cualquier momento que Él quiera hacerse presente.
Y para que esto pueda ser posible, HAY QUE VELAR, que reconocereis conmigo que no es lo que más hacemos las personas.
¿Por qué aparecen las sorpresas de cualquier tipo más inesperadas?
¿ Por qué nos pillan con el pie cambiado, que se dice?
Reparemos también en la dura respuesta del Esposo: "NO OS CONOZCO".
Es hora de reflexionar y de tomarnos un poco más en serio algunas actitudes y comportamientos de nuestras vidas.
El Señor Jesucristo, insiste en esto de VELAR varias veces, más que suficientes.
Deberíamos hacer caso, para no encontrarnos un dia con la grave respuesta: "EN VERDAD OS DIGO QUE NO OS CONOZCO", máxime cuando hemos sido avisados reiteradamente.
Ya, como cada día, recemos con Fe y Esperanza por todas las necesidades de los Hermanos de la Casa de la Madre y Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón 
MATER CHRISTI