Reflexión 11 de Septiembre

Buenos días.
En cierta ocasión le dicen a una persona: ¿Por qué amordazas la conciencia?
El que preguntaba conocía bien al interpelado, razón por la que sabía a dónde quería llegar.
Pensativo, contestó: no creo que yo amordace mi conciencia, porque conozco lo que es hacer el bien y el mal.
Entonces, digo yo: si una persona sabe y conoce lo que está bien y lo que está mal, no se podrá dar el supuesto de caer en el grave error de AMORDAZAR la propia CONCIENCIA.
Y SÍ parece que se pueda dar esta SITUACIÓN, que seria ciertamente GRAVÍSIMA .
AMORDAZAR es impedir hablar o expresarse libremente; con lo cual no es difícil interpelarse a sí mismo sobre si dejamos que la propia conciencia se exprese libremente acerca de los sentimientos, pensamientos u obras, o por el contrario, la reconvenimos con algún argumento subjetivo que intente 'echar agua al vino', para que se pueda seguir con lo que a uno le interesa, y al mismo tiempo se pueda continuar afirmando eso de que se tiene muy claro lo que está mal y lo que está bien.
Creo que bien merece la pena hacer 'la puesta a punto' de la propia CONCIENCIA, para poder diagnosticar con VERDAD si está o no AMORDAZADA.
Y, por supuesto, tomar decisiones serias según encontremos el resultado.
No olvidemos nunca las palabras del Señor: "BIENAVENTURADOS los LIMPIOS DE CORAZÓN porque ellos VERÁN a Dios"
Y ahora ya, todos esperamos la oracion del resto de los Hermanos de la Casa de la Madre y Guia, por todas nuestras necesidades. AMÉN.