Reflexión 23 de Agosto

Buenos dias.
Es evidente que si la persona no consigue una buena CONVIVENCIA CONDIGO MISMA, es muy dificil que con los demas pueda mantenerla, con la dignidad y la exigencia personal que exige el mismo hecho de convivir.
CONVIVIR CONSIGO MISMO, supone no dejarse llevar por intereses y egoísmos, que niegan el bien de los demas.
Supone luchar contra esos sentimientos nocivos que llevan a hacer juicios impropios del comportamiento de los otros.
Supone evitar la murmuración, que tanto daña al interior de la persona, como daña a los demas también, cuando se comparten las murmuraciones con otros sobre terceras personas.
En definitiva, no es posible CONVIVIR CONSIGO MISMO si no se vive desde el espíritu de CARIDAD que enseña San Pablo, en la primera carta a los Corintios, capítulo 13.
Por todo ello, se hace imprescindible CHEQUEAR el propio corazon, para poder ver la realidad personal en la que uno vive; y a partir del diagnóstico que se encuentre, ACTUAR por los caminos de la CONVERSIÓN.
Qué buen signo de buena CONVIVENCIA es ponernos ya a rezar por las necesidades de los Hermanos de la Casa de la Madre y Guia. AMÉN.