Reflexión 7 de Mayo

IV DOMINGO DE PASCUA
MES DE MARÍA 
Buenos días. 
Hoy es el Día del Señor, y todos los bautizados tenemos el precepto de asistir a la Santa Misa.
En ella nos espera el Señor para hablarnos al corazón, de tantas cosas que necesitamos saber para rectificar nuestros caminos errados hacia la CONVERSION. 
Hoy os ofrezco contemplar a MARÍA, ASUNTA EN CUERPO Y ALMA A LOS CIELOS
Como bien sabes es la primera criatura humana que ha participado en plenitud de la RESURRECCIÓN de Jesucristo. 
Nos ha precedido en un camino que todos estamos llamados a recorrer en la Gracia de Dios.
Por ello, la FLOR que podemos ofrecer hoy a María, nuestra Madre y nuestra Guía, es tan sencilla como bonita: VIVIR EN LA ESPERANZA. 
Y bien sabes que la ESPERANZA, ha de estar alentada por la CONFIANZA. 
Ya recuerdas que el Señor Jesús dice a Santa Faustina, que lo que más hiere su Divino Corazón, es "la desconfianza de los suyos"; y yo agrego: de los bautizados.
Hermanos de la Casa de la Madre y Guía, cargados de ILUSIÓN mostremos, hablemos y enseñemos a los demás lo que es vivir en la ESPERANZA, y aunque a veces, forzados por las circunstancias, haya que hacerlo hasta  "contra toda esperanza".
Por favor, no lo olvides: reza por las necesidades del resto de los Hermanos. Hazlo hoy con mucha FE, ESPERANZA, y con una gran CONFIANZA. AMÉN.