Reflexión 31 de Mayo

MES DE MARIA
Hermanos, culminamos este mes de Mayo, que hemos recorrido de la mano de María, nuestra Madre y nuestra Guía. 
Hoy la Iglesia Celebra la Visitación de la Virgen a su prima Santa Isabel, porque el Arcángel San Gabriel le dijo cuando vino a anunciarle el deseo de Dios Padre para que fuera la Madre del Mesías, que "la que decían estéril estaba de seis meses".
Así que Maria 'fue aprisa a la montaña' y cuando llegó, cuenta el Evangelio que Isabel le dijo: "¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la MADRE de mi Señor? En cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Dichosa tú, que has creído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá".
Fue cuando la Virgen alabó a Dios con el MAGNIFICAT.
De este encuentro hemos de resaltar:
1. El cuidado y delicadeza con que El Padre PREPARÓ la Encarnación del Verbo.
2. El PODER de Dios manifestado en la concepción de Juan el Bautista en "la que llamaban estéril".
3. La extremada GENEROSIDAD de la Virgen, olvidándose de sí, para ir a atender a Isabel en la necesidad del embarazo.
4. La FUERZA del Espíritu que le hace a Isabel dar TESTIMONIO de lo que suponía la presencia de Maria en su casa.
5. La forma, tan bonita como poética, con que la Virgen responde. 
El Evangelio concluye diciendo: "María permaneció con ella unos tres meses, y se volvió a su casa".
Hoy os brindó una FLOR hermosa para ofrecérsela a la Virgen Santa María: el rezo humilde del MAGNIFICAT.
Por si alguno no lo conoce lo transcribo después de la Meditación. 
Oremos hoy a la Virgen, con gran Fe y Esperanza, por las necesidades e intenciones de cada uno de los Hermanos de la Casa de la Madre y Guía. AMÉN.