Reflexión 22 de Abril

SÁBADO DE LA OCTAVA DE PASCUA
Buenos días Hermanos, en el Evangelio que hoy se proclama en la Santa Misa, de San Marcos 16,9-15, en este último versículo escuchamos a Jesus que nos dice en sus discípulos: "Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación".
He aquí la primera y principal consecuencia del Bautismo.
Nos cuesta sentirnos obligados a evangelizar, pero es a lo que hoy nos envía el Señor también a nosotros. 
Evangelizar es enseñar, y qué cosa más bonita es que en esta Celebración de la Divina Misericordia, que mañana sabéis vamos a vivir, hablemos a quien lo pueda necesitar y sentir, del infinito AMOR Y MISERICORDIA que el Señor Jesucristo nos tiene a todos. 
"El alma que confíe en Mí Misericordia no perecerá, porque todos sus asuntos son míos. (Diario 723)
"A las almas que propagan la devoción a Mi Misericordia, las protejo durante toda su vida..." (Diario 1075)
Hoy Hermanos, vuelvo a pedir a Santa Faustina su intercesión por todas las necesidades e intenciones de todos los que formamos la Casa de la Madre y Guía. 
Feliz día en el Corazón Misericordioso de Jesús.