Reflexión 1 de Abril

Buenos días en este sábado de la ya cuarta semana de Cuaresma. 
Mientras avanzamos a las Celebraciones de la Pascua del Señor, seguimos reflexionando.
Hoy sobre la GENEROSIDAD, Virtud que se contrapone a la AVARICIA. 
La GENEROSIDAD lleva a la persona a vivir en la total entrega a los demás, tanto en su bienes materiales, como en la dedicación de su tiempo, como, en definitiva, en la entrega de su propia persona en la medida que la necesiten los otros. 
La GENEROSIDAD como VIRTUD va más allá que la simple solidaridad, que puede ser algo puntual por cualquier hecho que se presenta, con más o menos repercusión social o mediática, y que seguido el tiempo se difumina. 
La persona GENEROSA, claro que acudirá a ese hecho puntual, pero su actitud le lleva a estar muy atenta a cualquier necesidad de cualquier persona y en cualquier momento de cualquier día.
Atiende TODO lo que se le pone por delante, hasta donde dan sus fuerzas y la capacidad de sus medios. 
La persona GENEROSA vive el 'olvido de sí', atiende con absoluta resolución el Consejo Evangélico: "Quien quiera venir en pos de Mí, dice Cristo, NIÉGUESE A SÍ MISMO, tome su cruz de cada día, y sígame".
La GENEROSIDAD exige del OLVIDO de sí = de la NEGACIÓN de sí.
Creo que todos comprendemos bien lo que es la GENEROSIDAD, lo que es ser Generoso; lo único que hemos de hacer es darle su justo valor a las cosas y evitar caer en la tentación de "dar gato por liebre", pues bien sabemos que las personas solemos ser 'maestras' en desvirtuar o disfrazar la realidad: propia y ajena, pudiendo llegar a creer una cosa como la auténtica, resultando que es el sucedáneo.
"Estar en vela...", dice el Señor, para que podamos vivir con y en la VERDAD TOTAL.
Hermanos de la Casa de la Madre y Guía, hoy, como sábado, día dedicado a la Virgen María, pidámosla con fervor por el resto de los Hermanos. AMÉN.