Reflexión 31 de Marzo

Buenos días. 
Antes que nada os recuerdo que hoy es viernes de Cuaresma, y como recordaréis ya dijimos al comenzarla  que nos obliga a todos la abstinencia de comer carne.
Reflexionemos hoy sobre la AVARICIA, otro pecado capital que solo lo reconocemos en personas que la muestran de una forma desmedida, como si no existiera de múltiples maneras en la vida cotidiana.
La AVARICIA es un pecado de exceso, porque es un afán desmedido de adquirir y poseer muchas riquezas, muchas cosas, por el solo placer de atesorarlas y sin compartirlas con nadie.
La AVARICIA lleva a la persona a vivir situaciones graves en la Convivencia con los demás, ya que no le es difícil verse arrastrado a cometer otros pecados, para poder cumplir sus objetivos ambiciosos y avaros.
No dudará, en caso necesario, en traicionar a personas que crean en su confianza, y
lógicamente esta traición vendrá a través del engaño, del fraude o del perjurio.
La persona AVARA se caracteriza por la 'dureza de corazón', ya que su egoísmo no tiene límites y hay que conseguir como sea lo ambicionado.
Por otro lado, encontramos que la AVARICIA alienta en la persona otros defectos y pecados, como pueden ser la avidez, la codicia, la tacañería, la miseria y hasta la mezquindad.
Dios nos libre de tan pernicioso pecado de AVARICIA, pero también de sus "satélites", que nos pueden llevar donde no quisiéramos llegar.
Un día más, la reflexión personal y cuidadosa se impone; y merece la pena dedicarle un tiempo suficiente, para no caer en engaños del enemigo, que bien sabe tentarnos. 
Buen día, en tanto pedimos por las necesidades de los otros Hermanos de la Casa de la Madre y Guía. AMÉN.