Reflexión 8 de Febrero

Ante nosotros, Hermanos, un nuevo día en el que hemos de abrirnos a la ESPERANZA. 
Madre y Guía nuestra enséñanos a vivir confiando en el AMOR que Dios nos tiene. Y a saber esperar su Gracia que, con urgencia, necesitamos.
Es muy interesante el tema del 'Culto a la Sagrada Eucaristía fuera de la Santa Misa'. 
Bien sabéis que la FE CATÓLICA cree en la presencia viva, real y continua de Cristo en el pan consagrado. Ahí está en el Sagrario siempre atento a nuestra visita, al rato de oración que pasemos con Él ante el Tabernáculo, e incluso cuando desde la propia casa, lugar de trabajo o cualquier otro sitio, enviamos a nuestro Ángel de la Guarda a visitarle diciendo: "Ángel Santo de mi Guarda, corre veloz al Sagrario a adorar en mi nombre a Jesus Sacramentado", pudiéndose agregar o decir lo que se quiera, incluida la Comunión Espiritual, que se puede hacer en cualquier momento: "Santísimo Sacramento del Altar, te adoro, te amo, y deseo recibirte, pero no pudiendo hacerlo ahora sacramentalmente, venid al menos espiritualmente a mi corazón".
Pues bien, recibir la Sagrada Comunión es lógico que sea una consecuencia de la propia presencia en la Celebración Eucarística, en la que se participa sacramentalmente del Pan Consagrado, partido y repartido, pero no olvidéis lo que indicábamos recientemente de lo que en verdad es la Iglesia Católica: MADRE y MAESTRA. 
Entonces, si por causa justificada no se puede asistir a la Santa Misa, y al Sacerdote se le explica, puede dar la Comunión fuera de la Misa, para cuya circunstancia existe en el ritual las oraciones correspondientes. 
Si esto es posible así, cómo no va a ser posible que al no haber podido acudir a la Santa Misa a su hora, no se pueda comulgar cuando se llega, bien un poco antes o al mismo momento?
Se puede y se debe comulgar, siempre que se tengan las debidas disposiciones.
Para todas estas situaciones extraordinarias, lo que siempre hay que tener en cuenta es lo que ya he dicho alguna vez.
1. Rectitud de intención y pureza de corazón.
2. Y, por tanto, que realmente no se haya podido.
3. Que siempre sea el AMOR A JESUCRISTO el que nos mueva.
4. Porque en definitiva somos nosotros lo que tenemos necesidad de Él. De ahí la importancia de las Visitas y Comuniones Espirituales, cuando no se puede hacerlo en persona. 
Hermanos de la Casa de la Madre y Guía, mirar bien lo que voy a deciros: Nuestra Fe Católica es APASIONANTE!!!!! 
ENAMÓRATE DE ELLA!!!!!