Reflexión 14 de Febrero

Hermanos de la Casa de la Madre y Guía, elevemos el corazón a Dios, suplicando que sane nuestros corazones y atienda todas nuestras necesidades. AMÉN.
Digamos hoy, en continuación de lo dicho ayer, que en  esta segunda parte de la Plegaria Eucarística encontramos, además de los momentos que ayer indicábamos aunque solo fuera únicamente de una manera  enunciativa, lo que es la culminación del Canon llamada Doxología Final, que es como el resumen de todo lo acontecido hasta ese momento, proclamando el Sacerdote, al tiempo que eleva el Cuerpo y la Sangre de Cristo: “Por Cristo, con Él (Cristo) y en Él (Cristo), a Ti, Dios Padre Omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, TODO HONOR Y TODA GLORIA, por los siglos de los siglos”.
En este momento la Asamblea, en la perfecta unidad que viene teniendo con el Celebrante durante toda la Celebración, tiene el poder de hacer suyo el mismo ofrecimiento que el Sacerdote hace a Dios con la aclamación del GRAN AMÉN. 
Reparemos en esta Doxologia que tantas veces hemos visto y oído y que deberíamos haber hecho de una manera consciente, y veamos su grandeza, que traspasa cielos y tierra y nos pone en la mismísima presencia de Dios Padre Todopoderoso, "Por Cristo, con Él y en Él..."
Dinos, di para ti mismo, también tu ofrecido con Él al Padre?
Tu vida para Dios, es también con Cristo, TODO HONOR Y TODA GLORIA para ÉL?
Feliz día Hermanos.