Reflexión 29 de Enero

Nuevamente estamos en el Día del Señor, 
con nuestro primer compromiso de decirle a nuestra Madre y Guía: Vela, Virgen Santísima, por todos los hijos de tu Casa, y cólmanos de tus bendiciones. 
Hermanos, terminada en la Santa Misa la Profesión de FE, se hace la 'Oración de los Fieles', que como ya tuvimos oportunidad de explicar, debe acoger peticiones universales, con un gran espíritu de FE y de ESPERANZA, pues no deberíamos olvidar el Consejo Evangélico en Mateo 18,19, en el que el Señor nos dice que si dos o más nos ponemos de acuerdo para pedir algo, se nos concederá.
En la Celebración Eucarística hay diferentes momentos que las rúbricas se realizan como un simple "seguir el guión", cayendo en la tentación de 'pasar por alto o de puntillas', cumpliendo así y simplemente con lo mandado.
La Oración de los Fieles puede ser uno de esos 'momentos de trámite' indicados, pues la experiencia nos indica que el espíritu con que se hace esa Oración, no tiene la carga suficiente de Fe y de Confianza en Dios. 
Una simple prueba; cuando termine la Misa, ya en la calle, ya en casa, dinos:
Cuántas Preces se han hecho, 5,6,4...?
Qué se ha pedido, en concreto, en cada una de ellas?
Era interesante y más que necesaria alguna?
Vas a recordarla y repetirla durante los días siguientes?
Prueba, y examina el grado de tu implicación y compromiso en la Celebración de la Santa Misa, pues bien merece la pena para poder generar una mayor ilusión cada día, porque bien sabemos que sin ILUSIÓN se hacen muy cuesta arriba las cosas.
Feliz DÍA DEL SEÑOR!!!