Reflexión 19 de Enero

Buenos días. 
En la Santa Misa todas las rúbricas, todas las oraciones, todos los gestos, tienen su sentido y su explicación; lo importante será vivirlo en íntima unión con todas ellas. 
Después del Acto Penitencial y del Canto del Gloria, si fuera Misa de Domingo o de una Solemnidad, el Ministro invitará a ORAR, y tras un breve silencio dirá la 'Oración Colecta', que es la oración con la que se centrará la Celebración, pues estará en perfecta sintonía con la intención de la Misa: bien porque sea de feria, de algún Santo, de la Virgen o alguno de los Misterios del Señor Jesucristo, etc. 
Si personalmente tenemos algún deseo o petición especial para aplicar en la Misa, este es el momento de hacerlo al decir el Sacerdote: 'Oremos', y en el breve silencio que él hace. 
Tengamos muy en cuenta, que a las Oraciones que el Sacerdote va haciendo, la Asamblea responde siempre identificándose, bien sea con el AMÉN, o con las otras respuestas que hay en las rúbricas. 
Reflexionemos sobre nuestra atención y nuestras respuestas durante la Santa Misa, pues conllevan el compromiso de asumir la petición hecha, así como la apertura a las Gracias que Dios nos dará en razón de las peticiones hechas.  
Y, qué pasa cuando pido sin conciencia y compromiso de lo que estoy haciendo?
Y qué pasará si, escuchada la súplica,  se nos da lo pedido y no lo acojo como correspondería?
Que la Madre y Guía nos ayude a ver y a vivir la verdadera profundidad e importancia de cada parte de la Santa Misa, para nuestro bien.