Reflexión 17 de Enero

Buenos días.
A la Celebración Eucarística se debe ir con unos minutos de margen para poder prepararse, ya en la Iglesia, a vivir el gran acontecimiento que siempre es la Santa Misa. 
No olvidemos, que la vorágine de la vida nos lleva sometidos a grandes tensiones, y si no serenamos el espíritu, la participación en la Misa no obtendrá los frutos necesitados y deseados 
También es muy necesario acudir en Gracia de Dios, pues se debe participar de la Mesa Eucarística recibiendo la Sagrada Comunión, aunque si acudimos con tiempo siempre tendremos la oportunidad de recibir el perdón, al poder, en caso de necesidad, ir a la Confesión.
Resulta triste participar en la Celebración Eucarística sin participar en la Sagrada Comunión. 
Y así, preparados, estamos en las mejores condiciones de unirnos al Celebrante formando la UNIDAD que el Señor deseó tan ardientemente. 
Hermanos de la Casa de la Madre y Guía, llenos de ilusión re descubramos algo tan maravilloso como es vivir, todos unidos, por Cristo, con Cristo y en Cristo, el Santo Sacrificio del Altar, porque, en definitiva, decirme:
Por qué vamos y para qué vamos a la Santa Misa?