Buenos días, Hermanos de la Casa de la Madre y Guía.
Ayer os pedía que rezarais por la Consagración que debemos renovar los Miembros Consagrados de MATER CHRISTI en la Solemnidad de la Inmaculada Concepción.
Fue bajo su manto y amparo como nació MATER CHRISTI.
María, nuestra Madre y nuestra Guía, quería disponer de unos hijos suyos por los que llegar a otros hijos de Ella que necesitaba llevarlos al encuentro con su Hijo Jesucristo, y así se conformó el Carisma de Evangelización que tiene la Institución.
Aquel pequeño grupo de jóvenes nos consagramos, durante la Vigilia Nocturna de Oración en torno a María Inmaculada, llenos de ilusión y con la decisión clara y definitiva de ir de la mano de María, nuestra Madre y nuestra Guía, a anunciar el Reino de los Cielos en la entrega total a Dios y desde la Profesión de los Votos de Pobreza, Castidad y Obediencia.
Alcanzarnos con la oración y la penitencia que podáis ofrecer, carísimos hermanos, la Gracia de la perseverancia en la ofrenda hecha y la palabra dada, hasta el final.