Reflexión 2 de Diciembre

Queridos Hermanos de la Casa de la Madre y Guía. 
La buena convivencia con los demás se apoya en diferentes virtudes; una de ellas, y muy importante es la HUMILDAD. 
"Aprender de Mi que soy manso y humilde corazón...", dice el Señor.
Pero la Humildad para ser bien ejercitada, necesita de otras actitudes o virtudes del corazón; como, por ejemplo, la rectitud de intención, la pureza de corazón, la fortaleza...
Pues sin ellas es muy fácil confundir la Humildad por la Falsa Humildad, y esta última sí que es muy nociva, muy mala para la vida interior de la persona; o lo que es lo mismo, para vivir en la vida de perfección que Jesús nos pidió: "Sed perfectos como vuestro Padre Celestial es perfecto" (Mt 5,48).
Todos los días necesitamos trabajar con nosotros mismos. Y qué bonito es ir construyendo la propia vida en el AMOR, entregándola siempre a los demás para que puedan ser felices. 
Dios te espera en esta gran tarea, que Él comenzó en la Creación del mundo y en la de nuestras almas. 
Buen Día, para ver el horizonte lleno de LUZ y cargado de AMOR, en la Esperanza de que es posible. No lo dudes.